Mi suegra Isabel siente una fascinación especial por los búhos. En cada rincón de su casa, es posible detectar esta afición, ya que este curioso animal se nos muestra en muy variadas formas: pequeños, grandes, medianos... de papel, cerámica, madera, semillas...en paraguas, bastones, platos, móviles...de España, Venezuela, India, Croacia... ¡Cientos y cientos!
Por eso, nos lo pone muy fácil cuando hay que traerle un recuerdo de algún viaje o elegir un motivo para regalarle. Por otra parte, también hay que decirlo: es inevitable no comprar cualquier cosa que se parezca a un búho cuando la vemos.
Incluso, en uno de sus cumpleaños, descubrimos que el Parque de Doña Ana tenía una campaña de apadrinar búhos y, por supuesto, no podíamos dejar pasar esta oportunidad. Durante meses, Isabel pudo hacerle seguimiento a "Oriol" (como cariñsamente lo bautizó) a través de los cuidadores del parque, hasta que llegó la época de reproducción y Oriol, talvez accidentalmente, desapareció.
Queda pendiente una sesión fotográfica de toda su colección.
Por eso, nos lo pone muy fácil cuando hay que traerle un recuerdo de algún viaje o elegir un motivo para regalarle. Por otra parte, también hay que decirlo: es inevitable no comprar cualquier cosa que se parezca a un búho cuando la vemos.
Incluso, en uno de sus cumpleaños, descubrimos que el Parque de Doña Ana tenía una campaña de apadrinar búhos y, por supuesto, no podíamos dejar pasar esta oportunidad. Durante meses, Isabel pudo hacerle seguimiento a "Oriol" (como cariñsamente lo bautizó) a través de los cuidadores del parque, hasta que llegó la época de reproducción y Oriol, talvez accidentalmente, desapareció.
Queda pendiente una sesión fotográfica de toda su colección.
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