Skholè

Fue el sociólogo Pierre Bourdieau quien rescató la definición griega de la skholè como el tiempo libre de presiones del mundo que hace posible una relación libre y liberada en función de nuestras necesidades. Se trata de una condición necesaria para la existencia de todo campo intelectual (desde la filosofía hasta el oficio artístico), ya que es en este espacio donde nos mostramos como realmente somos. Ea, pues, aquí comparto mi "skholè"

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ACUARIOFILIA: Un pez robot creado con la intención de estudiar el océano

Por: Axel Marazzi

Este pez no es un pez común y corriente y como te habrás dado cuenta se trata de un pequeño robotito. Este robot fue desarrollado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Ciudad de Osaka y se mueve, como pueden ver en el video, de una manera muy real y lo interesante de todo esto es que utiliza una batería con una celda autoabastecible.

El robot tiene 10cm de largo, los creadores usaron un motor que gasta solamente 10 milliwatts de energía (prácticamente nada) y no solamente puede nadar para adelante sino también sumergirse y flotar. La idea de todo este experimento es llegar a construir un robopez que pueda nadar durante 3 días consecutivos con sólo una carga y se creó con la idea de poder investigar las profundidades del océano en el futuro.


Fuente: http://gizmologia.com/2010/03/un-pez-robot-creado-con-la-intencion-de-estudiar-el-oceano

ROMPECABEZAS: Y faltaba una pieza!... El Grito

Y ocurrió. El temor más terrible en los armadores de puzzles se materializaba: ya quedaba cada vez menos y justo en el momento glorioso de colocar la última pieza, nos damos cuenta de que... ¡no está!. Pero, ¡¿cómo?!, si hemos seleccionado las piezas minuciosamente, si las hemos resguardado con sumo cuidado... Triste, pero puede pasarnos. De repente, el puzzle de Munch me parecía un espejo que reflejaba mi propio rostro...


NOOOOOOooooooooooooooooo...
 
Luego de la lógica -y entendida frustación- del momento, sólo quedaba respirar hondo y evaluar la situación. Lo primero es no desesperarse y decidir buscar la pieza en los lugares más probables donde pudo haberse "escondido". Se recomienda hacer esta labor de día, cuando la luz puede ayudarnos mejor.

Si después de reiterados intentos, no logramos conseguirla, existen varias opciones que hacen que todo nuestro esfuerzo no se haya perdido. La mayoría de los puzzles de casas especializadas del mercado, poseen una garantía y un servicio de reposición de piezas. En mi caso, el rompecabezas era de la conocida casa Ravensburger, así que rápidamente les escribí un correo electrónico solicitándoles información sobre el procedimiento a seguir para la reposición de la pieza.

La respuesta no tardó en llegar por parte de la sede ubicada en Madrid. Me pedían una carta certificada en la que explicase el motivo de la solicitud, anexando código de barras de la caja donde venía el puzzle, la imagen en mniatura que aparece en uno de los laterales de esa misma caja y, lo que me pareció más sorprendente, dos piezas adicionales pertenecientes al puzzle. En la misma carta justificaban estos requerimientos indicando que Ravensburger garantizaba la calidad del corte de sus piezas, por lo que no enviarían la pieza faltante, sino un puzzle completamente nuevo.

A mí me pareció un poco exagerado, pero decidí continuar con el proceso a ver qué tal.

El puzzle llegó un mes después. Como las piezas que envié para la reposición eran dos esquinas, procedí a buscarlas a ver si encajaban (quizás no de forma tan perfecta, pero al menos que lo hiciesen). Mi sorpresa fue mayúscula cuando al encontrar las piezas, no sólo no encajaban, sino que eran ¡completamente diferentes!. Queda comprobado que los puzzles Ravensburger son unos distintos del otro.

En ese momento lamenté no habermelas apañado con la técnica de "confeccionar" la pieza que faltaba (la cual explicaré en otro momento). ¡Ni modo! Me tocaba armarlo de nuevo.

Procedí a guardar el puzzle incompleto, no sin antes facilitarme la tarea de re-armarlo, ya que uno nunca sabe qué absurdo capricho se le puede antojar a un@ en el futuro :-p. Por ello, procedí a enumerar las piezas por el reverso, a fin de que, en caso de desear armarlo de nuevo, sólo tendría que colocar las piezas en estricto orden numérico.

Esto me llevó a confirmar la segunda teoría: el número de piezas que indican los puzzles es orientativo, no exacto. Así pues, no pierdas tu tiempo contando las piezas antes de ponerte a armar (yo nunca lo he hecho, pero conozco un par de amigos que cayeron en la novatada).

Al final, he de reconocer que la segunda vez que me tocó armar el rompecabezas fue mucho más rápida que la primera y también más placentera -sin duda- al comprobar que ¡estaban todas las piezas! :-D









El Grito de Edvard Munch (1893)
Por Patricia Ordoñez

“Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol; de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. Me detuve, me apoyé en la valla, inexplicablemente cansado. Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo, y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza”.

Así describió Munch el momento que dio origen a El Grito, la obra más famosa de un ambicioso ciclo de pinturas: El sufrimiento de la vida. En esta serie pretendió expresar, con un lenguaje nuevo, sus experiencias sobre el amor, la enfermedad, la muerte y la naturaleza, constantes temáticas en su obra.

En El Grito podemos ver cómo una figura humana, situada en el centro, se tapa los oídos en un gesto desesperado de angustia. Su rostro, que recuerda a una calavera, y su cuerpo, están completamente deformados, como también lo está el espacio que lo rodea. Pero esta figura no está sola: un poco más atrás hay dos personas de negro, anónimas, que intensifican la inquietud de la escena. Todo tiembla ante ese grito, todo se desfigura porque forma parte de una realidad interior. El artista ha reproducido su vivencia de una forma completamente subjetiva, haciendo que nosotros oigamos también ese grito. Así expresa hasta qué punto las emociones determinan por completo nuestra percepción del mundo.

Esta obra fue precedente e influencia directa del movimiento Expresionista que surgió en Alemania en 1905. Con las mismas inquietudes vitales y actitud ante la sociedad que tenía Munch, este grupo adoptó su estilo y lo convirtió en uno de los primeros movimientos vanguardistas del siglo XX. El artista expresionista veía la pintura como un medio de desahogo, de expresión del sufrimiento humano y de las injusticias sociales. Del mismo modo que Munch, estos temas debían ser tratados a partir de composiciones agresivas, con colores fuertes y contrastados, y así llamar la atención del espectador.

En este cuadro podemos ver cómo los colores son puros y arbitrarios: el cielo y el mar contrastan en una composición que no se corresponde con la percepción real de las cosas. El cielo se transforma en fuego y el mar queda indefinido por sus espirales violentas. Pero las formas ondulantes de la naturaleza y del hombre chocan con la perspectiva forzada del puente, que se alarga en diagonal hasta un lugar que no vemos. Estas líneas, y el espesor y pureza de los colores, son los que dan fuerza a la composición; todas las líneas convergen hacia el centro del cuadro: la cabeza que grita. La distorsión de todos los elementos se convierte en una técnica básica para conseguir el efecto deseado en el espectador. La sensación de temor y de angustia se nos contagia inevitablemente.

El gesto de El grito, considerado el más expresivo del arte contemporáneo y al mismo nivel que el de la Mona Lisa, representa el desánimo y temor del hombre moderno ante un mundo que cambia inevitablemente pero que ni convence ni se comprende.
 Fuente: http://portaleureka.com/accesible/arte/84-el-grito-1893-de-edvard-munch

Un análisis desde el punto de vista artístico sobre esta obra, lo podéis encontrar aquí: http://ultimorender.com.ar/funkascript/expresionismo/index_analisis.htm

Ficha:
Título: El Grito (1893)
Autor: Edvard Munch
Número de piezas: 1000
Medidas: 70 x 50 cmts.
Casa: Ravensburger.