Skholè

Fue el sociólogo Pierre Bourdieau quien rescató la definición griega de la skholè como el tiempo libre de presiones del mundo que hace posible una relación libre y liberada en función de nuestras necesidades. Se trata de una condición necesaria para la existencia de todo campo intelectual (desde la filosofía hasta el oficio artístico), ya que es en este espacio donde nos mostramos como realmente somos. Ea, pues, aquí comparto mi "skholè"

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FOTOGRAFÍA: Año rompedor (1/366)

Y comienza un nuevo año y con él toda una lista de buenos propósitos, deseos y buena voluntad. Por mi parte, me he propuesto comenzar un proyecto fotográfico difícil y al que había estado buscando el momento más "adecuado" para comenzar: 366 fotos, una cada día (es el conocido "365", pero como 2012 es bisiesto...).

Hace un par de años me entusiasmé con esto de los proyectos fotográficos ("52 y 1/2", organizado por el colectivo de Fotógrafos de Venezuela), pero he de reconocer que a veces la "presión" por realizar una fotografía sobre una temática que no naciera de la propia inspiración y que además satisficiese mi gusto personal o niveles de exigencia, era un poco agotadora. Más aún cuando con el ritmo de vida actual no tenemos todo el tiempo que quisiéramos para dedicarnos a nuestros hobbies.

No obstante, lo recomiendo ampliamente y sin dudarlo, ya que que ha sido uno de los ejercicios más enriquecedores y productivos, así como en los que he ganado mayores conocimientos, avances y, por encima de todo, más confíanza en mis fotos y menos miedo a equivocarme (ya he entendido que ése es el camino inevitable hacia el encuentro con un estilo propio). Nunca dejaré de agradecer a la gente, compañeros y amigos que me acompañaron -y me enseñaron- en ese trayecto.

Pero, quise probar el hacer fotos cuando realmente lo quisiese o la ocasión se presentase ¡y ya!. No me puedo quejar de las maravillosas ocasiones que compartí con mi esposo y el grupo de fotografía al que pertenezco, pero mi ejercicio y la práctica no eran comparables a los años anteriores.

Por eso, en la lista de buenos propósitos para este año decidí embarcarme en este proyecto. Exigiéndome, sí, pero sin presiones... disfrutando el proceso que para mí es lo más importante.

Aquí dejo la primera foto... Me hubiese podido dedicarle más tiempo y no tener que utilizar tantos recursos que no son de mi autoría (los números y el efecto los tomé de Internet), pero me parecieron los adecuados para representar mi idea de que este año -seguramente- será "rompedor". ¡2012: allá vamos!


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