Skholè

Fue el sociólogo Pierre Bourdieau quien rescató la definición griega de la skholè como el tiempo libre de presiones del mundo que hace posible una relación libre y liberada en función de nuestras necesidades. Se trata de una condición necesaria para la existencia de todo campo intelectual (desde la filosofía hasta el oficio artístico), ya que es en este espacio donde nos mostramos como realmente somos. Ea, pues, aquí comparto mi "skholè"

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FOTOGRAFÍA: Investigando el pasado (44/366)

Cuando me bautizaron, mi abuelo paterno que era un hombre muy estudioso y ávido de conocimientos, me regaló mi árbol genealógico. En aquella época donde no existían Internet, ni teléfonos móviles y las comunicaciones se hacían por correo postal (¡vaya! qué vieja me he sentido), mi abuelito se dedicó a investigar los orígenes de nuestro apellido, el cual, no era nada corriente en Venezuela, aunque era el equivalente a un "Pérez" en Francia.

Así, a base de mucho tiempo y paciencia, llegó a descubrir que nuestras raíces provenían de un pueblo francés, en la provincia de Flandes, llamado Dax, allá por 1700. Incluso, consiguió muchas fotos de cuadros y fotografías de familiares con esos trajes que sólo se ven en las películas.

Como buena amante de las fotos, me encantaba ver esas imágenes y me intrigaban sus historias que, en cierta forma, también eran parte de la mía, aunque nunca los hubiese conocido.

Tiempo después y ya con la llegada de los avances en las comunicaciones, tomé la decisión de continuar esa labor emprendida por mi abuelo. Descubrí que era una actividad completamente detectivesca y en la que hay que armarse de mucha paciencia. No hay forma de describir esa alegría que se siente cuando encontramos un nuevo dato, una nueva pista.

Por suerte, los franceses tienen mucha tradición genealógica, y es increíble cómo, desde la comodidad de mi casa, pude revisar archivos y registros. También tuve ocasión de visitar hace un par de años ese pueblito encantador de Dax. Era fascinante ver mi apellido por tooooodas partes y que no tuviese que explicarle a la gente cómo se escribía.

Pues bien. Decidí que quería que mi hij@ (cuando lo tuviese), contase también con su árbol genealógico actualizado. La investigación de mi rama estaba bastante adelantada, pero faltaba la de mi esposo. Casualmente, coincidió que por esos días el tío materno de mi esposo descubrió la partida de nacimiento de su abuelo (por ende, bisabuelo de mi esposo) y quiso averiguar quiénes eran sus antepasados.

Y allí comenzó todo. Después de casi dos años descubriendo historias y personajes, hoy he recibido una documentación del Archivo Histórico Nacional de España que me ha llevado a mediados de 1700.





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